Hígado graso. Recomendaciones dietéticas

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El hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, es una condición en la que el hígado acumula una cantidad excesiva de grasa. Esta condición puede ser reversible si se implementan cambios en la dieta y el estilo de vida adecuados.


Existen varias causas posibles para esta condición. Una de las más reconocidas y graves es el consumo excesivo de alcohol. Sin embargo, es importante entender que el hígado graso también puede desarrollarse debido a causas no relacionadas con el alcohol, lo que se conoce como hígado graso no alcohólico. 

Hígado Graso Alcohólico.  El consumo excesivo y prolongado de alcohol puede llevar al desarrollo de hígado graso alcohólico. El alcohol se descompone en el hígado, y cuando se consume en exceso, el órgano puede tener dificultades para manejar esta carga. Como resultado, las grasas se acumulan en las células hepáticas, lo que puede llevar a una inflamación del hígado y, en casos más graves, a enfermedades más avanzadas como la hepatitis alcohólica o la cirrosis.

Hígado Graso No Alcohólico (HGNA).  Esta forma de hígado graso no está relacionada con el consumo de alcohol, sino con otros factores, como la obesidad, la diabetes tipo 2, el síndrome metabólico y la resistencia a la insulina. A medida que el cuerpo lucha por regular los niveles de azúcar y grasa, el hígado puede acumular grasa en exceso. Aunque el HGNA no suele causar síntomas notables al principio, puede progresar a una enfermedad más grave llamada esteatohepatitis no alcohólica que implica inflamación y daño en el hígado.

Recomendaciones Dietéticas:

Pérdida de peso, Dieta Baja en Carbohidratos y Ventanas de Ayuno


Una pérdida de peso gradual es fundamental para mejorar el hígado graso. Se recomienda seguir una dieta baja en carbohidratos para reducir la resistencia a la insulina asociada con esta condición. 
Además, incorporar ventanas de ayuno y hacer ejercicio de fuerza, puede ser beneficioso para el metabolismo y la función hepática.


Limitar el Consumo de Fructosa

El exceso de fructosa se convierte en grasa en el hígado, empeorando la condición del hígado graso. Todo el exceso de fructosa se convierte en grasa ejerciendo un efecto tóxico sobre el hígado, similar al producido por el exceso de alcohol. El alto consumo de fructosa aumenta la síntesis de ácidos grasos por parte del hígado más que el aporte externo de grasa. 
Por ello, se sugiere limitar el consumo de fructosa a 30-40 g al día, siempre acompañada de fibra. 
Evita los zumos de fruta, refrescos azucarados y productos ultraprocesados, ya que contienen altas cantidades de fructosa.
En cuanto al consumo de frutas, se debe comer la fruta entera, nunca en zumo.
Se puede comer todo tipo de fruta pero hay que moderar la cantidad y evitar las altas en fructosa. Frutas altas en fructosa son uvas, manzana, pera, cereza, granada, caqui, chirimoya, y dátil.

Eliminar el alcohol de la dieta

Independientemente de la causa del hígado graso, eliminar el alcohol de la dieta es una medida esencial para proteger la salud del hígado. El alcohol ejerce una presión adicional sobre el órgano, dificultando su capacidad para realizar sus funciones vitales, como la descomposición de nutrientes y la eliminación de toxinas. Si bien la eliminación del alcohol puede no revertir por completo el daño existente, ayuda a detener la progresión y da al hígado la oportunidad de recuperarse.

Alimentación Rica en Nutrientes Antiinflamatorios

Incluir alimentos ricos en antioxidantes y nutrientes antiinflamatorios es esencial.  Ácido alfa lipoico presente en zanahorias, remolachas, espinacas, brócoli y patatas; polifenoles de frutos rojos, verduras, té verde y cacao; glucosinolatos de crucíferas como brócoli y coliflor; carotenoides de tomates y zanahorias;  alimentos prebióticos presentes en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y probióticos como yogur y kéfir, pueden contribuir a la salud del hígado.


Aumentar consumo de Colina 

La colina presente en la yema de los huevos ayuda a transportar las grasas del hígado al torrente sanguíneo. 

Alimentación rica en selenio

El selenio se encuentra en el marisco, carne, pescado, arroz integral y nueces de brasil. 
Las nueces de brasil son muy ricas en selenio y no consumir más de 2-4 unidades al día. 
Un déficit de selenio contribuye a un mayor daño hepático pero no hay que tomar cantidades supranutricionales puesto que podría estar relacionado, junto a otros factores de riesgo, con la aparición de diabetes tipo 2.

Asegurar aporte de vitamina D

La vitamina D es esencial para la salud hepática, acelera la reparación hepática
La exposición solar, pescado azul, huevos y lácteos son fuentes de vitamina D. Consumir al menos 5 UI al día puede ayudar a acelerar la reparación del hígado.

Suplementos Interesantes

N-acetilcisteína: Este suplemento estimula la síntesis de glutatión, un poderoso antioxidante que puede ayudar a proteger el hígado del estrés oxidativo.


Cúrcuma: La curcumina presente en la cúrcuma tiene propiedades antiinflamatorias y puede frenar la proliferación de la fibrosis.


Alga Chlorella: Este suplemento puede ser coadyuvante en la mejora del síndrome metabólico y en la reversión de la esteatosis hepática.


Probióticos.

Las cepas Lactobacillus bulgaricus, Streptococcus thermophilus y Bifidobacterium longum W11 pueden ser beneficiosas para el equilibrio de la microbiota intestinal y la salud hepática.
Estas cepas podrían influir en la salud hepática a través de la mejora de la salud intestinal, la reducción de la inflamación y la regulación del sistema inmunológico.




Omega 3

Si la ingesta de omega 3 a través de la dieta es insuficiente, los suplementos de omega 3 pueden ser útiles por su función antiinflamatoria.


Silimarina 

La silimarina es un compuesto natural que se encuentra en las semillas de la planta de cardo mariano. Se ha utilizado durante siglos como remedio herbal en la medicina tradicional para tratar una variedad de problemas de salud, especialmente relacionados con el hígado.

La silimarina se encuentra comúnmente disponible como suplemento dietético en forma de cápsulas o extractos líquidos. Se utiliza con frecuencia como complemento para la salud hepática y suele ser recomendado por profesionales de la salud en casos de hígado graso, hepatitis, cirrosis y otros trastornos hepáticos.

Si quieres aprender más sobre este suplemento, te dejo aquí el enlace al artículo: https://marinagarciasalud.blogspot.com/2023/08/silimarina-el-escudo-natural-para-tu.html

En conclusión, la salud del hígado graso puede mejorarse significativamente mediante cambios en la dieta y la incorporación de suplementos específicos. Adoptar una dieta baja en carbohidratos, limitar la fructosa, incluir nutrientes antiinflamatorios y antioxidantes, dejar el alcohol y considerar suplementos recomendados puede contribuir a la recuperación y el bienestar del hígado. 

Sin embargo, siempre es aconsejable consultar a un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en la dieta o de comenzar a tomar suplementos.


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Cada individuo es único y las recomendaciones de salud pueden variar según las circunstancias personales, la historia médica y otras condiciones de salud. 
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Antes de realizar cualquier cambio en su dieta, estilo de vida o tratamiento, se recomienda encarecidamente consultar a un profesional de la salud calificado.

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